Se ha publicado (febrero de 2025) la justificación por escrito de la sentencia histórica del Tribunal Supremo sobre los “campos de exterminio polacos”. Se trata de un paso clave en la lucha por la verdad y el buen nombre de Polonia, que abre el camino para juzgar este tipo de casos en el país.
Aunque han pasado casi 80 años desde el final de la guerra, la frase mendaz “campos de exterminio polacos” sigue reapareciendo. No se trata solo de errores de las redacciones alemanas, sino que estas expresiones mentirosas también aparecen en la prensa británica, estadounidense o francesa. Cada expresión de este tipo atenta contra la memoria de las víctimas y difumina la responsabilidad de los perpetradores. Para las personas que sobrevivieron a los campos, supone una herida adicional. Por eso, el caso que lleva años defendiendo el abogado polaco Lech Obara, de Olsztyn, junto con su estudio jurídico y la asociación Patria Nostra, reviste una enorme importancia. La última sentencia del Tribunal Supremo polaco, de febrero de 2025, supone un avance simbólico. Brinda a los polacos la esperanza de que se puede defender la verdad y exigir una disculpa también en los tribunales polacos. Sin embargo, la clave está en la justificación de la sentencia.
La historia de Stanisław Zalewski

Stanisław Zalewski tiene hoy 99 años y lleva décadas contando lo que fueron realmente los campos de concentración alemanes. Llegó a Auschwitz cuando era un joven, y luego fue trasladado a Mauthausen y Gusen. Sobrevivió al hambre, las enfermedades, el trabajo esclavo y las humillaciones. Después de la guerra, no tuvo miedo de decir la verdad, dio charlas en escuelas y en actos conmemorativos y defendió la memoria de sus compañeros de prisión. Cuando en 2017 vio que un portal de Baviera calificaba Treblinka de “campo de exterminio polaco”, sintió que era un engaño. No le bastó con que se eliminara la frase. Quería una disculpa oficial, una indemnización y que se prohibiera repetir la mentira. Para él no se trata de un proceso por dinero, sino de defender a quienes ya no tienen voz.
“Sé que me queda cada vez menos tiempo, pero no me rendiré”, dijo Stanisław cuando se le preguntó si no se arrepentía de esta lucha. “Lo hago por la memoria de mi padre, de mis hermanos del campo de concentración y por la verdad”.
Esperanza de justicia
El camino hacia los tribunales en Polonia no fue fácil. El tribunal de apelación desestimó la demanda y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dictaminó que, si la publicación no mencionaba el nombre de la víctima, el tribunal de su país no podía llevar el caso. El conflicto entre el derecho del perjudicado a acudir a un tribunal en su país y el principio de individualización de la infracción constituía el núcleo del problema.
Si bien los tribunales polacos reconocieron en varios casos que la identidad nacional y la dignidad nacional forman parte del conjunto de bienes personales sujetos a protección jurídica, al mismo tiempo los jueces polacos tuvieron que tener en cuenta la interpretación del TJUE, que prácticamente cerraba el camino a una demanda efectiva por daños y perjuicios, si el término ofensivo era de carácter general.
Los abogados de Patria Nostra no se dieron por vencidos. Apelaron invocando la denominada “regla del mosaico”.
La regla del mosaico
La regla del mosaico, invocada por el Tribunal Supremo, es una noción derivada de la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). En términos sencillos, significa que una persona perjudicada por una publicación (por ejemplo, en Internet) puede presentar una demanda en cualquier país en cuyo territorio dicha publicación hubiese estado disponible y hubiese causado daños, pero solo por los daños causados en ese país. En otras palabras, un tribunal polaco puede pronunciarse sobre la parte de los daños causados en el territorio de Polonia por contenidos difamatorios, incluso si sus autores se encuentran en el extranjero.
El Tribunal Supremo dio la razón a los abogados de Olsztyn. No se trata solo de una victoria procesal. Para personas como Stanisław Zalewski, es una oportunidad de escuchar la palabra “perdón” todavía en vida.
“Los ex prisioneros se están yendo. Debemos hacer todo lo posible para que puedan lograr que se haga justicia”, afirma el abogado Obara.
ZDF, Netflix, “Die Welt”
Este no es el único éxito de este grupo de abogados. También fue trascendental el caso de Karol Tendera, quien ganó el juicio para exigir una disculpa de la cadena alemana ZDF. Se trató de la expresión “campos de exterminio polacos” utilizada en 2013 en la página web de la ZDF. La cadena intentó eludir la sentencia. Fue necesario iniciar un procedimiento de ejecución en Alemania. Lamentablemente, antes de que la ZDF cumpliera finalmente la sentencia, Karol Tendera falleció sin haber obtenido una indemnización completa.
Patria Nostra también demandó a Netflix por un mapa con la inscripción “campos polacos” en una serie documental. Tras numerosas protestas e intervenciones, la plataforma tuvo que corregir el material. También lucharon contra los portales Focus Online, “Die Welt” y muchos otros medios. Para ellos, cada caso de este tipo no es solo una batalla por el buen nombre de Polonia, sino también una lección para las redacciones de todo el mundo sobre las consecuencias de las palabras.
La idea de crear la asociación Patria Nostra surgió en 2009 como reacción al uso generalizado en el extranjero de expresiones como “campo de concentración polaco”, “campo de exterminio polaco”, “nazis polacos” o “Polonia nazi”, que son, como se ha dicho, “códigos de memoria defectuosos” que falsifican la historia.
Pro bono
Lech Obara es un abogado de Olsztyn con amplia experiencia, que lleva años defendiendo a quienes no podrían librar esta batalla por sí solos. La asociación Patria Nostra reúne a abogados, historiadores y testigos de la historia. Los abogados de la asociación (entre ellos, el abogado Obara, el abogado Szymon Topa y otros) representan gratuitamente a ex prisioneros y a sus familias en procesos contra medios de comunicación extranjeros. Organizan debates, publican rectificaciones, envían cartas a las redacciones y monitorean los medios de comunicación.
Abogado Lech Obara

Fot. Przemysław Getka /
El abogado Lech Obara, como presidente de Patria Nostra y representante de las víctimas, se ha convertido en un símbolo de la lucha constante por la verdad. Él subraya que no se trata de una disputa semántica, sino de una cuestión de dignidad: si el tribunal polaco se pondrá del lado de la verdad histórica y defenderá la memoria de las víctimas contra toda falsedad. Gracias a sus esfuerzos y a los de toda la asociación Patria Nostra, Polonia tiene la oportunidad de marcar un rumbo importante en la protección de su buen nombre por la vía legal, de modo que nadie pueda llamar impunemente “campos polacos” a los campos de exterminio nazis.
Jan Berdycki

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