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Los desinformadores del Kremlin. Gente mentirosa

La desinformación rusa contra Polonia no sería posible sin determinadas personas. La lucha por la verdad está intrínsecamente ligada a la oposición a quienes nos esclavizan mediante la desinformación sistémica. La desinformación es obra de individuos inteligentes.

La verdad sojuzgada a la manera rus
Polonia se prepara para atacar a un país que quiere quitarle algo. ¿Quién dice eso?
Mintieron sobre el héroe polaco

La lucha contra la desinformación se basa en contrarrestar sus mentiras. ¿Quiénes son? Periodistas corruptos, oficiales del FSB (Servicio Federal de Seguridad), agentes del Servicio de Inteligencia exterior ruso y políticos (Putin y el expresidente ruso Medvédev). La desinformación en Rusia tiene rostros concretos. Por lo tanto, sería posible elaborar una lista de dichas personas. Algunas ya están sujetas a sanciones de la UE. La desinformación como herramienta de guerra informativa ha cobrado importancia en la política de la Federación Rusa, especialmente después de 2014, cuando tuvo lugar la anexión de Crimea y el estallido del conflicto en el Donbás. Polonia, como miembro de la OTAN y la Unión Europea, se ha convertido en uno de los principales objetivos de la guerra informativa rusa.

Dentro de esta estrategia, los periodistas rusos que trabajan para medios estatales desempeñan un papel importante, participando en el proceso de legitimación de las narrativas propagandísticas rusas, demonizando a Polonia y difuminando los límites entre información y manipulación.

Medios de propaganda rusos antipolacos

Los medios de comunicación en la Federación Rusa operan bajo un fuerte control estatal. Medios clave como Rossiya 1, RT (Russia Today), Sputnik, Komsomólskaya Pravda e Izvestia mantienen una estrecha colaboración con el Kremlin. Constituyen una herramienta para difundir la política exterior de Rusia, incluyendo la narrativa que ataca a los países considerados hostiles (русофобские страны, los países rusófobos). En esta jerarquía, Polonia es considerada un país particularmente peligroso debido a su activa oposición a la agresión rusa y su apoyo a Ucrania. Por lo tanto, existen cadenas de televisión y portales de internet especializados en difundir mentiras sobre Polonia.

De esta manera se crea un sistema de producción de realidades alternativas. Los medios de comunicación estatales rusos (Rossiya 1, RT, Sputnik) no solo distorsionan los hechos, sino que también crean mundos paralelos completos, como la «desnazificación de Ucrania», los «laboratorios biológicos de la OTAN en Polonia» o la “fascistización de Europa”. La mentira ya no es una negación de la verdad, sino su sustitución. Este tipo de mentira se basa en el principio de que nadie dice la verdad, pero todos fingen creerla. El gobierno y sus periodistas serviles inculcan el cinismo en la sociedad. Lo que importa no es lo que es verdadero, sino lo que es eficaz. Se genera una apatía social que favorece el autoritarismo.

Uno de estos medios es la cadena de televisión Zvezdá (en ruso, Телеканал Звезда). Se trata de un canal de televisión estatal ruso controlado por el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa. Forma parte del grupo mediático Krásnaya Zvezdá, que también incluye radio y prensa militar. Al intentar caracterizar la actividad de esta cadena, hay que destacar sobre todo la propaganda bélica. Zvezdá es una de las principales herramientas propagandísticas del Kremlin, que promueve las actividades del ejército ruso, la guerra informativa y la narrativa acorde con la política del Gobierno. El canal emite programas sobre temas militares, históricos y geopolíticos, a menudo presentando a Rusia como una potencia militar y civilizatoria.

Zvezdá es conocido por difundir desinformación, especialmente en el contexto de la guerra ruso-ucraniana y las relaciones internacionales. Con frecuencia transmite desfiles militares, ejercicios del ejército ruso y discursos de las autoridades rusas. El canal está estrechamente vinculado al Ministerio de Defensa Nacional de Rusia, por lo que su contenido es propaganda oficial. Suele emitir contenido dirigido contra la OTAN, Ucrania y Occidente, haciendo hincapié en la supuesta amenaza a Rusia. Zvezdá está disponible en la televisión rusa por cable y satelital. Cuenta con un sitio web y perfiles en redes sociales, aunque muchos de ellos fueron bloqueados en Occidente tras la invasión de Rusia a Ucrania en 2022.

Los principales protagonistas de la desinformación rusa contra Polonia

⚠️ Dmitry Kiselyov

Fot. Belta.by/Wikipedia

Director general del grupo mediático Rossiya Segodnya. Presenta el programa “Vesti nedeli” (Noticias de la semana), en el que aparecen regularmente materiales que presentan a Polonia como un país revisionista, que aspira a recuperar los territorios de la antigua frontera oriental y a desestabilizar la situación en la región. Kiselyov es también autor de numerosas declaraciones que apuntan a supuestos intentos polacos de tergiversar la historia de la Segunda Guerra Mundial.

⚠️ Olga Skabeyeva y Yevgeny Popov

Matrimonio de periodistas que presentan el programa “60 minutos”, uno de los programas de entrevistas más importantes de la propaganda rusa. Skabeyeva es conocida como “la muñeca de hierro de Putin” (по аналогии с „железной леди, en analogía con “la dama de hierro”), y sus declaraciones sobre Polonia suelen adoptar la forma de agresivos ataques personales, insinuaciones y acusaciones de propagar el nazismo.

⚠️ Vladimir Solovyov

Fot. Информационное агентство БелТА/wikimedia.org

Uno de los propagandistas más conocidos, presenta el programa «Una noche con Vladimir Solovyov». Sus programas han incluido repetidamente acusaciones contra Polonia de supuestos planes para invadir el oeste de Ucrania, odio hacia los rusos y espionaje para Estados Unidos.

⚠️ Margarita Simonyan

Fot. http://www.council.gov.ru/events/multimedia/photo/72205/wikimedia.org

Directora general de RT y de la agencia Sputnik. Como estratega mediática, Simonyan es responsable de la difusión internacional de la narrativa rusa, incluida aquella que tiene como objetivo debilitar la reputación de Polonia en la escena internacional asociándola con el “colonialismo informativo” y la “falsedad histórica”.

Lucha contra el mal

La desinformación rusa contra Polonia forma parte de una narrativa más amplia de carácter mítico. Las narrativas históricas, como el culto a la Gran Guerra Patria, la demonización de Occidente y el mito del “mundo ruso”, son elementos de un sacrum propagandístico que permite que la mentira adopte una apariencia de santidad.

La narrativa del “mal occidental” resulta especialmente útil. Se trata de un concepto propagandístico utilizado a menudo por diversas fuerzas políticas e ideológicas con el fin de socavar los valores y la influencia de los países occidentales, como la democracia, la libertad individual, los derechos humanos o el capitalismo. Este tipo de retórica fue especialmente popular durante la Guerra Fría, pero también desempeña un papel importante en el mundo actual, especialmente en los países autoritarios o aquellos cuya ideología se basa en una visión del mundo antioccidental. El elemento principal de la narrativa sobre “el mal occidental” es la corrupción moral de Occidente. La civilización occidental se presenta como un ámbito de decadencia moral, hedonismo y promoción de valores anti tradicionales, como los derechos de las minorías sexuales o la libertad en la interpretación de los roles de género. A esto se suma la crítica a la cultura del consumismo.

Las sociedades occidentales son criticadas en Rusia por su materialismo y su dependencia del consumo, que supuestamente conducen al empobrecimiento espiritual y a la destrucción del medio ambiente. En Rusia, al igual que en la época de la URSS, se sigue criticando el neocolonialismo y el imperialismo. Se acusa a Occidente de dominar a los países más débiles mediante políticas económicas o influencias culturales y militares. El cuestionamiento de las autoridades religiosas y las tradiciones por parte de Occidente es igualmente importante para la desinformación rusa. Rusia acusa a Occidente de promover el laicismo y de faltar al respeto a los valores religiosos y nacionales tradicionales.

A esto se suma la crítica a las corporaciones tecnológicas occidentales como herramientas de vigilancia y manipulación de la sociedad. La propaganda rusa acusa regularmente a Occidente de hipocresía, doble moral e injerencia en los asuntos internos de otros países. Esta retórica forma parte de la legitimación del modelo de poder ruso como alternativa a la democracia liberal en decadencia.

También cabe señalar las numerosas coincidencias entre la propaganda antioccidental en Rusia y la ideología antioccidental de los grupos islamistas radicales. Al igual que Moscú, los movimientos extremistas islamistas ven al Occidente como un enemigo. La narrativa del “Gran Satán”, del “mal occidental”, es también un elemento clave de su mensaje mediático.

Los movimientos antiglobalización perciben al Occidente de forma similar a la propaganda de Moscú. La crítica al capitalismo y a las grandes corporaciones occidentales constituye un vínculo fundamental entre las acciones de los grupos que se oponen a la globalización y a la hegemonía occidental y lo que promueve Moscú. La narrativa del “mal occidental” apela al sentimiento de injusticia, a la frustración por las desigualdades globales y a la nostalgia por los valores tradicionales. Su fuerza reside en la capacidad de presentar a Occidente como el culpable de diversos problemas sociales, económicos o políticos que afectan a personas de todo el mundo. Moscú quiere ser su portavoz.

Temas

También podemos identificar las principales tesis de la desinformación y las noticias falsas rusas sobre Polonia y los polacos. Los medios rusos llevan a cabo una amplia campaña de desinformación contra Polonia, con el objetivo de socavar su posición internacional, minar la confianza de la ciudadanía en las instituciones estatales y generar tensiones entre Polonia y sus aliados. El análisis de la cobertura mediática realizada por periodistas rusos revela varios patrones narrativos recurrentes. Se pueden identificar las principales líneas de esta desinformación.

  1. ✅❗ Polonia como “agresor rusófobo”

Los medios de comunicación rusos presentan a Polonia como un país obsesivamente hostil hacia Rusia. La acusan de incitar a la guerra y de querer destruir Rusia. Polonia es retratada como un país lleno de odio hacia Rusia. A esto se suman otras acusaciones falsas. Polonia es descrita como una “marioneta de la OTAN” que persigue los intereses estadounidenses a costa de la seguridad de Europa. La propaganda del Kremlin intenta crear una imagen de Polonia como un país que no quiere el diálogo y solo incrementa las tensiones. El objetivo de estas acciones es presentar a Polonia como un país agresivo que busca la confrontación con Rusia y, por lo tanto, supone una amenaza para la paz. Polonia supuestamente está provocando la Tercera Guerra Mundial al desplegar tropas de la OTAN y suministrar armas a Ucrania.

  1. ✅❗Polonia como amenaza para Ucrania

Rusia difunde la narrativa de que Polonia quiere anexionar el oeste de Ucrania (Leópolis y Volinia) con el pretexto de la ayuda militar y humanitaria. Los medios de comunicación del Kremlin afirman que Polonia está aprovechando el conflicto para ampliar su influencia en Ucrania, supuestamente controlando Kiev. Acusan a Polonia de enviar secretamente tropas a Ucrania o de organizar misiones secretas con el fin de subyugarla. El objetivo oculto de este tipo de afirmaciones es crear discordia entre Polonia y Ucrania y debilitar la cooperación entre ambos países.

  1. ✅❗Polonia como vasallo de EE. UU. y la OTAN

Rusia suele presentar a Polonia como una colonia estadounidense que no lleva a cabo una política independiente, sino que se limita a cumplir las órdenes de Washington. La propaganda del Kremlin sugiere que Polonia está dispuesta a sacrificar su seguridad y su economía con tal de complacer a EE. UU. En algunas narrativas, se afirma que Polonia pretende escalar el conflicto con Rusia para provocar la intervención de la OTAN. De este modo, se socava la confianza de los polacos en las alianzas internacionales y se desalienta la cooperación con Occidente.

  1. ✅❗Debilitar la importancia de Polonia en Europa

La desinformación rusa sobre Polonia es multidimensional y tiene como objetivo crear discordia entre Polonia y Ucrania, Alemania y otros aliados, así como socavar la confianza en el gobierno, la OTAN y la UE.

Polonia, como uno de los países clave del flanco oriental de la OTAN, es un objetivo especial para Rusia. Por ello, los medios de comunicación del Kremlin llevan a cabo constantemente acciones destinadas a debilitar el papel de Polonia en la UE. La propaganda rusa promueve la tesis de que Alemania quiere someter a Polonia, entre otras cosas, mediante presiones económicas y políticas. Se difunde la narrativa de que Berlín pretende recuperar su influencia en Polonia. Se señala la supuesta traición de Alemania a Polonia, por ejemplo, mediante la insuficiente ayuda militar a Ucrania o la cooperación energética con Rusia en el pasado. Esto profundiza la desconfianza entre Polonia y Alemania y debilita la unidad de Occidente.

Polonia es presentada como un país que pretende revisar sus fronteras con Ucrania, Lituania y Bielorrusia.

  1. ✅❗Presentar a Polonia como un Estado fallido

 

La propaganda rusa suele definir la imagen de Polonia como un país que se enfrenta a una crisis económica, al colapso institucional y a la emigración masiva. Perpetúa una narrativa falsa sobre la falta de soberanía y el supuesto control de Polonia por parte de Bruselas y Washington. Presenta a Polonia como un país sin futuro, cuyos ciudadanos son explotados como mano de obra barata en Europa. Esto tiene como objetivo debilitar la moral de los polacos y minar la confianza en su propio país. Esta imagen falsa se crea para presentar a Polonia como un país que apoya al «régimen nazi de Kiev».

  1. ✅❗Reforzando las divisiones históricas

La propaganda del Kremlin explota las disputas históricas (Volinia, Segunda Guerra Mundial). Perpetúa narrativas falsas sobre la supuesta corresponsabilidad de Polonia en el Holocausto y su ingratitud hacia la URSS por su «liberación» en 1945. Rusia sugiere que Polonia tiene una tendencia imperialista, citando la antigua República de las Dos Naciones y su expansión hacia el este. Esto tiene como objetivo generar tensiones entre Polonia y sus vecinos.

  1. ✅❗Desinformación sobre la energía

Rusia aprovecha su papel en el suministro de energía para manipular la opinión pública en Polonia. La propaganda del Kremlin acusa a Polonia de llevar a cabo una política energética inadecuada, sugiriendo que sin el gas y el carbón rusos los polacos pasarán frío en invierno. Se enfatizan los supuestos efectos de las sanciones, que “perjudican más a Polonia que a Rusia”. De este modo, se socava el apoyo a las sanciones contra Rusia y se legitima la dependencia previa de la UE y Polonia de las materias primas rusas.

Conclusiones

Los periodistas rusos desempeñan hoy en día la función de agentes de información que llevan a cabo una estrategia de guerra cognitiva (cognitive warfare). Sus actividades antipolacas se inscriben en un amplio contexto de operaciones psicológicas y de desinformación destinadas a deslegitimar la posición de Polonia en la política internacional, así como a socavar la confianza de la sociedad en las instituciones estatales y los aliados estratégicos. Reconocer los mecanismos de actuación de estos periodistas es un paso importante para construir la resiliencia informativa en Europa Central y Oriental.

Pero hay algo aún peor. Es la cultura rusa de la mentira. La política informativa contemporánea de la Federación Rusa, especialmente después de 2014, revela un apego estructural a la mentira como herramienta de poder. Este fenómeno trasciende el marco de la propaganda clásica y adquiere el carácter de una cultura de la mentira, un sistema de normas, valores y prácticas comunicativas en el que la verdad pierde su significado y la ficción se convierte en un mecanismo de legitimación.

La cultura de la mentira permite la difusión de mensajes ilógicos y contradictorios, como, por ejemplo, la afirmación de que «Putin no inició la guerra, pero debe ganarla”. La cultura de la mentira en Rusia no es un fenómeno nuevo ni casual. Se trata de un sistema de comunicación política cultivado conscientemente que sirve para consolidar el poder, distorsionar la identidad colectiva y confundir a la sociedad, tanto a nivel nacional como internacional. En este modelo, la mentira se convierte en un acto de lealtad al Estado, y no en una desviación de la norma. Por lo tanto, existe una necesidad urgente de analizar seriamente este fenómeno desde el punto de vista histórico, cultural y politológico. Pero esa es una historia para otra ocasión.

Marek Melnyk

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