El Escudo Europeo para la Democracia es un conjunto de herramientas que ayudará a combatir la desinformación rusa y bielorrusa. ¿Qué armas tendremos a nuestro alcance para defendernos eficazmente de la guerra cognitiva que Rusia está librando contra Polonia y la Unión Europea?
La guerra cognitiva, cuyo objetivo es influir en las actitudes y comportamientos a nivel individual y poblacional, es un elemento reconocido oficialmente en Rusia como parte de las operaciones bélicas. El Kremlin gasta entre 2.000 y 4.000 millones de dólares al año en ella. No se trata solo de “simple” desinformación, sino sobre todo de influir en los procesos políticos o económicos.
Rusia, con la ayuda de Bielorrusia, está librando una guerra de este tipo contra Polonia y la Unión Europea. Quiere (y lo está haciendo con eficacia) fortalecer y alimentar las divisiones en nuestra sociedad, debilitar la confianza en las instituciones estatales y, por extensión, en la Unión Europea, y socavar nuestra confianza en la OTAN. También dirige la propaganda antialemana y antucraniana. Estas y otras acciones tienen como objetivo provocar el caos social, que Rusia pretende dominar.
Según el informe “Microsoft Digital Defense Report 2025”, Polonia es uno de los principales objetivos de los grupos de hackers con financiación extranjera en Europa, ocupando el tercer lugar, después de Ucrania y el Reino Unido.
El eurodiputado por KO Michał Wawrykiewicz subraya que estos ataques se intensificarán y adoptarán no solo la forma de desinformación, sino también de ciberataques y actos de sabotaje. Por lo tanto, se necesitan nuevas herramientas y mayores esfuerzos para contrarrestar los ataques externos.
Una de las propuestas para intensificar la lucha contra estos fenómenos es el Escudo Europeo de la Democracia. Se trata de un paquete de herramientas propuesto por la Comisión Europea que permitirá reforzar la resiliencia de la UE. Las medidas del Escudo se centrarán en tres ámbitos principales: la protección de la integridad del espacio informativo, el fortalecimiento de las instituciones, las elecciones libres y justas y los medios de comunicación libres e independientes, así como el aumento de la participación ciudadana y la resiliencia de la sociedad.
“El programa coordinado del Escudo Europeo de la Democracia tiene como objetivo principal diagnosticar los problemas y desafíos a los que nos enfrentamos a diario en Europa, pero también proponer soluciones para frenarlos. Es decir, debemos combatir eficazmente la desinformación y los ciberataques. Debemos desarrollar la sociedad civil y las actividades educativas, así como una narrativa positiva que presente la verdad frente a la narrativa manipuladora y desinformativa que, lamentablemente, inunda Europa”, subraya Michał Wawrykiewicz, quien participó en el debate “¿Nos protegerá el Escudo Europeo de la Democracia?” organizado por la Oficina del Parlamento Europeo en Polonia y la Representación de la Comisión Europea en Polonia.
Un elemento importante del Escudo Europeo de la Democracia será el nuevo Centro Europeo para la Resiliencia Democrática. Su objetivo es reunir los conocimientos especializados y los recursos de la UE y de los Estados miembros con el fin de mejorar la capacidad de anticipar, detectar y responder a las amenazas.
También se creará una red europea independiente de verificadores de información, con el fin de mejorar la capacidad de verificar la información en todas las lenguas oficiales de la UE. Por su parte, el Observatorio Europeo de los Medios Digitales desarrollará nuevas capacidades independientes de seguimiento y análisis de la situación en relación con las elecciones o las situaciones de crisis.
“Es difícil responder con certeza a la pregunta de si el Escudo Europeo para la Democracia es capaz de defendernos. Los mecanismos que se ponen en marcha en el marco de este programa son, en cierto modo, una necesidad. Debemos defendernos de la forma más eficaz posible frente a las amenazas y los desafíos a los que nos enfrentamos”, afirma el eurodiputado del KO.
Y alerta: “Polonia es un país situado en el flanco oriental de la Unión Europea, por lo que, obviamente, las operaciones de los servicios de países autoritarios como Rusia y Bielorrusia se sienten de manera muy evidente. No me refiero solo a la desinformación y los ciberataques, sino también a las acciones de sabotaje y terrorismo que afectan a las infraestructuras críticas. Me temo que, lamentablemente, estas acciones se intensificarán y tendremos que enfrentarnos a ellas de una forma aún más drástica que hoy en día.
Red: ih, fuente Newseria

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