En la campaña de desinformación rusa, desempeña un papel importante el hecho de exponer y exacerbar los momentos trágicos de la historia común de Polonia y Ucrania. Sin embargo, el objetivo no es despertar simpatía hacia Rusia, sino alimentar las tensiones entre Polonia y Ucrania.
“Los estrategas rusos comprenden perfectamente que la historia puede dividir a los aliados. Y el papel clave de Polonia en la OTAN y como principal corredor logístico la convierte en un objetivo ideal para la manipulación”, afirma el Dr. Floris van Berckel Smit, investigador de la Universidad Radboud de Nimega, en los Países Bajos.
En este contexto, menciona sobre todo la masacre de Volinia. En el caso de Polonia, la propaganda rusa se centra en la disputa sobre la exhumación y la diferente percepción del UPA en Polonia y Ucrania.
En Polonia, estos hechos son considerados como un genocidio. Sin embargo, en Ucrania, parte de la sociedad honra al UPA como combatientes antisoviéticos”, señala el investigador holandés. Y destaca que en septiembre de 2024 se produjo un cierto punto de inflexión en el asunto de las exhumaciones. Ucrania aceptó reanudar las exhumaciones polacas y Polonia aceptó que Ucrania hiciera lo mismo en su territorio.
En el caso de Ucrania, la propaganda del Kremlin se centró en intentar engañar a los ucranianos haciéndoles creer que Polonia quería utilizar las cuestiones históricas para revisar las fronteras.
“La propaganda del Kremlin presentó el interés de Polonia por las exhumaciones como un pretexto para la revisión territorial, un supuesto intento de recuperar Volinia. Algunos comentaristas ucranianos, influenciados por la narrativa de la época soviética, siguen sospechando que Polonia tiene intenciones expansionistas. Estos malentendidos mutuos alimentan la desconfianza y amenazan con socavar la cohesión de los aliados”, afirma van Berckel Smit.
“Las referencias rusas al trágico pasado entre Polonia y Ucrania son uno de los elementos de la campaña informativa de Moscú contra Occidente. Comprender esta historia, y las formas en que se manipula, ayuda a quienes se enfrentan a Rusia”, subraya el historiador holandés.
Y añade: “Apoyar a Ucrania también significa apoyar el proceso de reconciliación histórica con sus vecinos. Las disputas históricas sin resolver complican la política actual y pueden ser fácilmente explotadas por Rusia”.
“Polonia demuestra que la historia puede ser una herramienta constructiva, un elemento de diplomacia, persuasión y resiliencia del Estado frente a la desinformación”, subraya al final de su texto.
Floris van Berckel Smit: Poland, Ukraine, and Russia’s War on History
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