Dmitri Medvédev, ex primer ministro y presidente de Rusia y ahora vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federación Rusa, dedicó sus dos publicaciones más recientes en X a amenazarnos con una guerra entre la UE y la OTAN.
En primer lugar, se refirió (el 3-12-2025) a la disolución del Consejo Rusia – OTAN, anunciada por el ministro de Asuntos Exteriores polaco, Radosław Sikorski, tras la reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de los países de la OTAN. “De las decisiones formales, les ruego que tomen nota de la declaración del secretario general de que ya no existe el Consejo Rusia-OTAN (…) Se trataba de instituciones creadas en una época en la que parecía que la seguridad europea podía construirse con Rusia. Esos tiempos, con las decisiones rusas de invasión, han pasado. Hoy creamos la seguridad europea contra Rusia y, por fin, esto ha encontrado su expresión institucional”, afirmó el ministro Sikorski.
El Consejo OTAN-Rusia se había creado en 2002 para consultar cuestiones relacionadas con la seguridad. Desde el ataque ruso a Ucrania, no se convocaron reuniones del Consejo.
Medvédev escribió en X que comparte el “entusiasmo” de los Estados miembros de la OTAN por la disolución del Consejo, ya que la Alianza es enemiga de Rusia. Y comentó la noticia con las palabras del escritor ruso Máximo Gorki: “Si el enemigo no se rinde, hay que destruirlo”.
Un día después, fue un paso más allá, comentando la idea de transferir los activos rusos congelados para ayudar a Ucrania. «Si esta desquiciada Unión Europea realmente roba activos rusos congelados para un ‘préstamo de reparaciones’, podemos considerarlo un casus belli, con todas las consecuencias correspondientes para Bruselas y compañía. Entonces estos fondos podrían ser devueltos no en los tribunales, sino como reparaciones reales, pagadas en especie por los enemigos caídos de Rusia».
Recordemos que, anteriormente, Medvédev había realizado declaraciones falsas sobre Polonia y su historia. “Antes de la guerra, Occidente fomentó y apoyó el régimen de Hitler y, tras su derrota, hizo todo lo posible para que la ideología nazi perdurara”, afirmó Medvédev en julio de 2025. Según él, las consecuencias de esta política son visibles hasta hoy, especialmente en países como Polonia, los Estados bálticos y Ucrania, a los que calificó de “siervos y material descartable” para el Tercer Reich.
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